Protocolo IMAS del Consell Insular de Mallorca: El IMAS activa el protocolo especial para personas sin techo frente a la bajada de temperaturas. El Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) ha activado el protocolo para reforzar la atención que reciben a través de Cruz Roja a las personas sin hogar ante la bajada de las temperaturas, al tiempo que está buscando unas instalaciones que puedan convertirse en albergue y en las que se desea dar alojamiento a esta población durante todo el año.

El último censo del que dispone el citado instituto, dependiente del Consell Insular, cifra en unas 200 las personas 'sin techo' de Mallorca, pero el jefe del Servicio de Inclusión Social, Sebastià Cerdà, señala que está cifra es actualmente superior. Aunque la mayoría se encuentran en Palma, también se han detectado casos en puntos como Pollença o Cala Millor.

El servicio que presta Cruz Roja para la atención a este colectivo tiene una doble vertiente. En primer lugar, desde las 10 de la noche y hasta las 2 de la madrugada una unidad móvil ayuda a estas personas con el reparto de comida, bebidas calientes y mantas, al tiempo que los traslada a los albergues del Consell si desean evitar pasar la noche a la intemperie frente a la caída de las temperaturas.

Durante estos días se amplía hasta las 3 de la madrugada el horario del teléfono al que pueden llamar si desean solicitar este traslado. A esto se suma el acompañamiento del que son objeto durante las mañanas si deben acudir a un médico o renovar algún documento.

Durante el tiempo de Navidad también se les hizo entrega de una mochila con una muda de ropa interior, guantes, una chaqueta y calcetines. Un aspecto que se señala es que dado que los albergues suelen tener las plazas ocupadas, se han instalado “pegatinas” (camas plegables) para que se pueda dormir en ellos.

Búsqueda de un nuevo centro. Sebastià Cerdà reconoce que esta última solución para los días más fríos o de tormenta no es la óptima, para cuando supone sobrecargar la capacidad de estas instalaciones, de ahí que se esté buscando un centro que pueda transformarse en un nuevo albergue en el que disponer de una reserva de camas para estos casos, algo que no resulta fácil, entre otras cuestiones por el rechazo que estas personas generan.

En cualquier caso, destaca que se quiere reforzar el alojamiento de las personas sin hogar en viviendas. También se está atendiendo a unas 600 personas que habitan en asentamientos e infra-viviendas, a las que se les hace entrega de alimentos entre otras ayudas.