Editorial: Recibo una llamada de un importante grupo de comunicación, una gran productora, y me convocan a Madrid a una reunión para hablar largo y tendido de una suculenta oferta, si les paso información pormenorizada de la familia Nadal y de Francisca Perelló. Le comento a mi interlocutor que nuestro diario digital, grupo de noticias y yo personalmente, solo hablamos de Rafa Nadal desde su carácter deportivo, y hasta ahí podemos leer. Nunca nos hemos metido a contar absolutamente nada de su vida personal, eso es privado y quién lo cuente, allí cada cual. Porqué desvelo esta conversación y oferta, para que se sepa sin reservas que los carroñeros se han puesto en marcha y sacan sus talonarios a relucir, como si se podría comprar nuestra idiosincrasia e intimidad. Eso queda para nuestra pequeña historia local y el respeto que le tenemos a un grande que está beneficiando a este municipio, porque quiere a su pueblo como los que amamos profundamente a la capital del Llevant.

Querían que fuese una garganta profunda y mantenerme en el anonimato. No me conocen ni un pelo, si tengo que decir algo de alguien, porque es de interés general o afecta a la colectividad lo digo, sin reservas, sin condiciones y sin cobrar ni un euro. Algunos somos así de antiguos, damos la mano y no se necesita papeles, ni firmas, ni abogados, ni notarios. La palabra moneda de curso legal hasta la sepultura. Querían que les contase la historia de la familia Nadal y mis impresiones, de donde nace el apodo de “Guixó” y remontarnos a los antepasados del tenista y todo su recorrido. Y por supuesto desvelar cosas de Francisca Perelló “Patrona”. Seguramente esa conversación se estaba gravando por eso fui muy claro y les dije que los pensionistas no podemos trabajar si eso supone algún lucro. Me dejaron muy mal sabor de boca. Son ratas de cloaca que solo buscan manchar el nombre de un ciudadano de Manacor de primer orden.

Les dije que me negaba porque no tenían ningún derecho, ninguno. Rafel Nadal es un deportista famoso y en la sala de prensa delimita su esencia personal. Ahí están los límites. Lo demás, sobre todo en lo personal, tan solo lo que él quiera hacer público. Por lo que yo conozco en mis casi 40 años en Manacor, Rafael es un chico muy normal, con pocos motivos para investigar nada. Nunca ha dado que hablar ni para llenar una simple página del papel Rosa u otros medios borrascosos que solo hablan de miserias. Y si hablamos de Francisca Perelló, lo mismo, total discreción y mucho respeto hacía los demás, empleados, familia, compañeras, amigas. Pueden profundizar, solo encontrarán una pareja que se hace querer, amable y encantadora. Están en otra dimensión por supuesto, hablamos del mejor deportista de todos los tiempos y quién le acompaña en el camino.

Lo he pensado varios días, si lo hacía público o no, lo dejé de lado durante una semana. Sin embargo quiero destapar a quienes se mueven en las alcantarillas y decirles públicamente desde este humilde rincón, que cuanto más investiguen más motivos tendrán de querer a la pareja. Así de simple. Quienes vamos cumpliendo años y la vida nos ha dado muchísimo más cosas de lo que podríamos haber soñado nunca, tenemos unos códigos diferentes. Estoy seguro que Rafa Nadal y Francisca Perelló están bien tranquilos, que pueden temer quienes lo han hecho inmejorable. La envidia es muy mala, que les voy a contar a ustedes que no sepan. Vivo en la calle Amargura de Manacor y vi los inicios de Rafael Nadal Parera cuando entrenaba en su pequeño gimnasio del Palau, cuando no tenía ningún lujo ni favor, nadie le ha regalado nada, ha estado al pie de obra siempre. Es legítimo que cobre proporcional a lo que produce, es un ejecutivo de primer orden, como otros muchos y muchas, ley de vida, esta gentuza va lista, aquí no hay eco. Rafael Gabaldón San Miguel.