Me despierto esta mañana con este corre de una residente en mi ordenador: “No sé si ya os habéis enterado, porque vosotros siempre estáis encima de la noticia ... Pero los de la Piscina Municipal Esquitxos de Manacor, están llamando a todos sus usuarios diciendo que hoy ya no vayan ... que han cerrado!. Y eso que el viernes hubo clases normales...Nada, que todo el mundo se está quedando de piedra ... y Manacor se queda sin Piscina Municipal” ....

Poco que añadir a la nota, al final el desenlace ha sido fatal. Veo si es así, que no ha habido acuerdo entre las partes y que el Ayuntamiento de Manacor no ha aceptado la última propuesta de Exquitxos. Suponemos que ahora se encargará el Ayuntamiento de Manacor, este servicio no se puede perder por las buenas. Los pleitos que vengan entre las partes es otra historia que se resolverán en los juzgados.

Voy paseando feliz por la plaza de Sa Bassa, vengo de la Avenida Antonio Maura “conocida popularmente como Na Camel.la”, estoy contento, han comenzado a salir ramitas verdes y esos brotes tiernos me alegran la vista y la perspectiva, paseo media hora por la mañana y media hora por la tarde, porque el médico me lo aconseja y he elegido Antonio Maura, porque me encanta esa zona de Manacor. Además la tengo cerca de casa y aprovecho a la vuelta para hacer las compras, hay comercios en el lugar y alrededores que ofrecen muchas garantías y algunos la esencia del pasado. Esta vez mi paseo se termina de golpe, porque un residente me para y quiere señalarme algo a tener en cuenta y que sea publicado en esta Editorial.

Me lleva hasta delante del bar, cafetería, restaurante Mig i Mig, lo que en su día fue el edificio de Muebles Serra y anteriormente un bar, y me dice que no entiende como allí en plena plaza de Sa Basssa hay una fachada hace años con unas ventanas que dan vergüenza, tristeza, pena. Les falta la mitad a las tres persianas que jalonan el inmueble y las medias existentes están viejas y cada día más feas. Esa foto con la que ilustramos la información dice muy poco de una capital de comarca que quiere dejar de ser pueblo.

Me explica que no entiende que no se denuncie y bien alto y que el alcalde sepa que en un Bien de Interés Cultural (BIC) eso está penalizado. Además el citado residentes nos asegura que hay dinero del Govern y del Consell para arreglar estos temas, que esa fachada y sus ventanas, incluidas las persianas, son de interés general. Mucho ZPR y poco arreglar lo actual.

Tiene mucha más cuerda el mencionado vecino, porque me señala el edificio de al lado, uno muy próximo al Santander y me dice que hace años amenaza a ruina y en varias ocasiones se han precipitado tejas y para de la fachada, y sigue así sin delimitarse ni anunciar los peligros. En la planta baja tiene abiertos dos bares, pero en las otras plantas está apuntalado. Dicen que los anteriores duelos de la parte de arriba se lo quitaron de encima y el nuevo propietario es un banco.

Que habrá daños, no lo duda y entonces se pedirán responsabilidades, a quién corresponda. Este residente no entiende que tengamos 21 concejales y cerca de 450 funcionarios y nadie ponga el grito en el cielo y mueva papeles tanto para la ventana y sus desaparecidas persianas, como para un edificio en ruinas que de caerse puede provocar una gran desgracia irreparable. Eso dice. Yo punto en boca.

Aprovechando el tema de Esquitxos de Manacor, me quedo de piedra que nadie nos ha contado nada de nada a los medios de comunicación. No sabemos cuando tenían intención de decirnos que ya no hay servicio en una instalación pública municipal y que durante años mantienen un conflicto las partes con los concejales y técnicos, porque se quieren ir y poner las cuentas claras antes del tiempo que les queda de concesión.

Cambio de tercio y reflexiono sobre las persianas obsoletas y mugrientas en el centro neurálgico de la ciudad, ese espacio que pretender ser la referencia y el lugar obligado del peatón. Y por supuesto el encuentro con los turistas que llegan cada vez más a nuestro centro, muchos atraídos por la academia y el museo de Rafa Nadal, otros por conocer ese Manacor tan publicitado por su perlas, cuevas y demás.